miércoles, 24 de marzo de 2010

Capítulo 20: COPENHAGUEts de pollo!!! (2 de 2)

Antes de Semana Santa y aunque no ando muy sobradete de tiempo, me he propuesto acabar de contaros mis aventuras danesas. Por eso os presento la segunda y última entrega de Copenhague!
...
Al día siguiente la ruta roja comenzó desde el super albergue de 14 plantas...



...con un día soleado y precioso para hacer fotos bonitas de Copenhague!



Y a pesar de que algún cartel te sugería destinos curiosos y seductores como este "Dansk Jodisk Museum"...



...seguimos paseando al lado del río, que tenía figuras chulas dibujadas en el hielo a un lado...



...y un SOL inverosímil para ser Enero al otro! Daban ganas de tirarse de cabeza!!!!!



Tras cruzar el puente...



...y visitar una pequeña iglesia...



...nos fuímos adentrando en un canal mucho más pequeño, en el que había que tener cuidado al aparcar los coches...



...y con las típicas y geniales casitas de colores danesas!




Pero al fondo asomaba algo que nos tenía intrigadísimos todo el fin de semana. ¿Es un pájaro?



...¿Es un avión?...


No! Es una iglesia super extraña! ¿No os recuerda a la típica torre donde vive la malvada madrastra de alguna peli de Disney? Aunque el resto de la iglesia era bastante del montón...



...el torreón molaba mucho. En sus inmediaciones, nos encontramos con una mujer sudamericana que trabajaba en una tienda de ropa de bebé y que veraneaba en Mijas (nos quiso colocar un piso que tiene en venta allí, menuda especuladora!)



Pronto llegamos a lo que en principio era lo más sugerente de la ruta roja: el barrio de CHRISTIANIA! Para los que no saben de que va os resumo: hace tiempo un señor danés se rayó porque sus hijos no podían jugar en un terreno que era militar pero que no era nada más que un descampado. Así que convenció a sus vecinos, y luego todos juntos convencieron al que tuvieron que convencer para que les dejase fundar Christiania. Desde entonces ha evolucionado en un barrio aparte de las leyes de Dinamarca. Un barrio hyppie...



...que tiene por bandera tres pelotas amarillas sobre fondo rojo...



...y que basa su bienestar en la moralidad sin prohibiciones. En Christiania no hay normas, ni leyes, ni constitución. Confían en la especie humana. Solamente existe este cartel en la entrada que dice textualmente: "Usted es bienvenido a Christiania. Por favor, simplemente: 1) No drogas duras, 2) No armas y 3) No violencia ni amenazas"...


Pinta bien, ¿verdad?



Pues resultó ser una caca de la vaca flaca. A lo mejor fue por ser Enero y hacer poco tiempo para estar en la calle... Pero Christiania resultó ser un chasco. Lo único que había era marihuana, marihuana y más marihuana. Mercadillos dedicados a ello y muchos muchos traficantes que tenían de hyppie lo que yo de calvo. Se aprovechaban de personajes desfasados que habían fumado demasiados porros a lo largo de su vida. En todo Christiania había carteles y dibujos de "prohibido hacer fotos". Yo aún así, por el bien de mi blog, hice esta al entrar a una de las casas. Si os fijáis sale un tío meando en un contenedor...



...y esta otra de unos contenedores. A pesar de reciclar, Christiania fue una total y profunda decepción. Eso les pasa por confiar en la especie humana, yo hace ya tiempo que no lo hago.



Justo al salir, te encuentras con este cartel que dice "A partir de ahora entras en la Unión Europea". Y es que no se consideran miembros de la UE. Aunque allí lo único que te pedían era fuego para encenderse los porros, yo por si acaso llevaba mi pasaporte...



Así que, sin más tardar, seguimos con la ruta roja que nos llevó al barrio más bohemio de Copenhague rodeado de canales...






Tras mirar bien el mapa...



...volvimos a cruzar el puente principal...



...y aparecimos de nuevo en el centro, donde buscamos un McDonalds donde comer por primera y única vez algo caliente que no fuese el embutido que traíamos de Turku (que a su vez venía del Mercadona de Rivas y que estaba delicioso...)



Antes de comer vimos al lado de la fuente de la plaza central estas casa que son super super parecidas a las de Riga, ¿os acordáis?



Y después de comer, cuando se estaba poniendo ya el sol, fuimos a una especie de iglesia extraña con mirador...



...que resultó ser el observatorio astronómico de Europa más antiguo de los que sigue funcionando!!!



Tras subir por una larga escalera de caracol, desde lo más alto había unas vistas impresionantes de todo Copenhague...








Después, volviendo por la escalera de caracol nos fuimos parando en las ventanas...



...y en las distintas salas que te explicaban como iba aquello hace muchos años. Todo lo relacionado con la Astronomía...



..y también exposiciones de Arte. De nuevo este famoso cuadro de la Vírgen María que se supone hace milagros (ver Capítulo de Lituania)



...o esta maqueta de la Iglesia de las 2 torres donde se acuchillaron los hermanos diseñadores en Cracovia (ver Capítulo de Polonia)...



Cuando salimos del super observatorio ya era de noche...




...y cuando el frío ya fue demasiado congelador para dos pares de calcetines, y el reloj de la plaza del Ayuntamiento estaba demasiado bajo cero...



..nos fuímos a cenar otro sandwich de embutido al albergue. Al día siguiente, ¿adivináis que nos encontramos? Una nevada impresionante! (para variar los días que me toca coger avión...). Así que con mucha paciencia nos fuimos al aeropuerto de Copenhague...



Nur no tuvo problemas con su vuelo, pero yo sí. En una de las salas de espera me confundieron con islámico por las barbas y porque allí son todos rubiales. Me vino un señor mayor y se puso a hablarme en árabe...cuando vió que lo estaba flipando me preguntó "Do you speak arabian?" Y le dije "No", y le enseñé el bocata de chorizo que me estaba comiendo, para dejárselo del todo claro. En ese momento pensé, que a lo mejor debía afeitarme... Tuve muchas horas de retraso que emplee en dar mil paseos y hacer fotos a una réplica de la pobre sirena que reflejaba sentirse totalmente arrepentida de no haberme hecho caso el día anterior...otra vez será Copenhague!



La entrada debería acabar aquí. Pero he de contaros que en el vuelo de vuelta a Turku, debido a los retrasos avionísticos tuve aún más problemas transportísticos, porque iba a perder el último bus hacia la ciudad. Contaba ya con quedarme a dormir tirado en el aeropuerto hasta las 7 de la mañana, cuando conocí en el avión a un finlandés encantador de pelo rubio plateado y gafas de diseño (aspecto idéntico a Gunter el camarero de Friends), que tras invitarle a una loncha de jamón serrano me ofreció LLEVARME EN SU TAXI hasta la puerta de mi casa, que se lo pagaba el curro, que curiosamente era en una de las Universidades de Turku. Sin duda lo más provechoso que ha pagado una Universidad por mí en la historia...
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Así que, queridos blog-adictos, la moraleja del viaje a Dinamarca con la que os tenéis que quedar, es que para viajar hay algo aún más importante que el pasaporte, la cámara de fotos o la ropa interior limpia: EL JAMÓN SERRANO! (apuntároslo bien familia, que venís a verme en Semana Santa!!!)
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Un beso y hasta la próxima!!!
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Gon

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